EMPEZAR CON UN FIN EN MENTE.

¿Qué necesito, deseo, ansío? Buscalo, pensalo, sentilo. Bien distinta resulta nuestra vida -profesional y personal- cuando sabemos qué es lo importante de verdad y con esa convicción decidimos y actuamos cada día para ser y hacer lo que en realidad nos interesa.

Empezar con un fin en mente, significa comenzar con una clara comprensión de lo que quiero lograr. Significa saber a dónde estoy yendo y porqué - sobre todo porqué- para poder dar los pasos adecuados en la dirección correcta. Significa que tuve que haber pensado en dónde y cómo estoy hoy para desde ahí seguir avanzando, pero cuidado acá que ir para adelante no necesariamente quiere decir estar yendo por el camino indicado.

Muchos fracasos en los negocios suceden antes siquiera de comenzar por una simple razón: Se empezó por el final. ¿Qué quiero decir? Que se visualiza la meta pero no el camino, se pierde de vista el proceso, el paso a paso y eso sin duda lleva a una mala comprensión del entorno en el que está tu marca y a la falta de un plan que la acerque a dónde necesitás y querés que esté.

Por ejemplo:

• "Contar con un logo y sacar una red social" no es crear una marca.

• “Tener una tienda online” no es publicar productos en un e-shop.

• “Planificar contenidos de Instagram” no es una estrategia de negocio.

Podemos estar todo el tiempo haciendo algo referido a nuestra marca, podemos ser muy efectivos resolviendo cosas del día a día, pero para lograr eficiencia y un negocio que vaya madurando sin saltearse etapas, es necesario empezar con un fin en mente, sólo así es posible poner en práctica estrategias para dar los pasos adecuados en la dirección correcta.

Abrazo,

Tone.

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